Declaración ante contingencia social

por | 29 octubre, 2019
Palacio de La Moneda en HDR
Fotografía de: Juan Carlos Labbe [CC BY 2.0]

A nuestra comunidad:

AECH es una asociación de personas con intereses en común por la difusión del escepticismo, la ciencia, el secularismo y el pensamiento crítico.

Adscribimos al Humanismo Secular y reconocemos a los Derechos Humanos como el piso valórico que ha de regir para todos, sin excepción. No cabe sino condenar y hacer valer la persecución institucional correspondiente de quienes, so excusa de un estado de excepción constitucional, les hayan transgredido. El uso proporcional de la fuerza y la restricción de derechos civiles debe realizarse siempre acorde con la dignidad humana. Las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Orden y Seguridad siguen en deuda con la oportunidad histórica de modernizar sus procedimientos.

Lamentamos tanto las numerosas víctimas como la cuantiosa destrucción de las que hemos sido testigos. Esperamos que, entre tanto desorden y descontento público, podamos construir un Chile mejor para todos y al menos digno para los más desposeídos. Como ciudadanos, solidarizamos con las causas que han motivado la movilización social. Sobra decir que, como a casi todos, también nos afectan. Rechazamos el uso indebido de la fuerza por parte del Estado, la represión injustificada de manifestantes pacíficos, que ejercían su derecho a manifestación, y la impunidad con la que se ha dejado obrar a delincuentes flagrantes. Nos duele ver cómo nuestra historia nacional persiste en avanzar arada por el abuso y regada de sangre inocente.

La contingencia nacional ha generado una enorme cantidad de información, posturas y planteamientos. En estos días convulsionados, hemos procurado colaborar difundiendo material que dé cuenta de noticias falsas («fake news»), desinformación y estrategias para enfrentarlas, tanto ajeno como de elaboración propia. Las noticias falsas causan daño como toda mentira, pero sistémicamente aumentado: comprometen la honra de quien obra honestamente, desvirtúan la denuncia legítima de abusos, inducen ajusticiamiento de inocentes, desvían recursos que se podrían destinar a producir información fidedigna, saturan la capacidad de procesar información relevante y entender qué ocurre en nuestro entorno, dificultan la formación de un juicio fundado sobre la realidad, confunden y distraen a la ciudadanía, siembran odiosidades estériles, sabotean políticas públicas y socavan la democracia. La simulación virtual de opinión popular por medio de cuentas de bots en redes sociales abunda en lo anterior y constituye, al menos, una falta a la probidad, cuando no un fraude informativo. Los gobernantes que recurran a esta práctica deberían rendir cuentas por ello.

No somos una ONG con gran financiamiento como para contar con personas a sueldo que generen contenido regular para nuestras redes. El contenido propio que genera AECH es, por regla general, ad honorem, a iniciativa y disponibilidad de recursos (tiempo y esfuerzo) de sus socios voluntarios.

Como la gran mayoría, nos enteramos de lo que ocurre por vivencia propia, las RR.SS. y los medios de comunicación. Dentro de nuestras posibilidades, así como lo hemos hecho en otras oportunidades, intentaremos seguir ayudando a tener más claridad ante el tsunami de desinformación que la situación ha propiciado.

Llamamos a que se transforme en un imperativo ético el compartir información de forma responsable.

Atte.,

Asociación Escéptica de Chile