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Prem Rawat predicando |
Con motivo de dos noticias recientes (La muerte del famoso Sai Baba y la visita de Prem Rawat a nuestro país) es que he querido abordar el tema de los gurús: Esos personajes que siempre tienen una verdad revelada y en exclusiva para compartir con el resto de la humanidad.
Todo parte la semana pasada, cuando veo en el muro de Facebook de una amiga un afiche promocionando el evento de un tal Prem Rawat este domingo, 1 de Mayo. Específicamente, una especie de charla gratuita a realizarse en la comuna de Peñalolén, en el centro de eventos Chimkowe. Mi alarma se activó con el nombre oriental del expositor y con las menciones inconfundiblemente new age de la convocatoria.
Pero ¿quién es Prem Rawat? Y, más importante ¿qué es lo que hace en Chile? Me bastó un rápido googleo (Oh, querido Google) para conocer las dos visiones acerca de este predicador: la de quienes lo siguen y la de quienes lo denuncian. Además, he constatado que las 2000 butacas dispuestas para el evento están agotadas. También, gracias a la página para Latinoamérica de Prem Rawat (que también se hace llamar Majarahi) me pude enterar de que esta visita a Chile es parte de una gran gira por nuestro continente.
Partamos por señalar que lo que Prem Rawat dice entregar a quienes quieran oírlo, es un mensaje de paz. Bueno, igual que Bono o que Angelina Jolie. La diferencia está en que el Sr. Rawat lo entrega envuelto en un paquetito espiritual, oriental y new age.
Lavado de Cerebro
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Prem Rawat con look de gurú estándar |
Según el sitio web oficial de Rawat «Lo que estás buscando está dentro de ti. Tu verdad, tu paz, está dentro de ti, y yo puedo ayudarte a descubrirla.» Para eso, según leo, hay que estudiar unos DVD’s gratuitos y empezar a profundizar poco a poco en un conocimiento parcelado llamado “Las Llaves”. Ya en este punto algo huele mal. ¿Por qué no entregar la buena nueva al viento, libremente, en vez de hacer algo hermético y misterioso? ¡Se supone que es nada más y nada menos que la llave para alcanzar la paz! ¿Se imaginan a las revistas científicas entregando los últimos descubrimientos, por ejemplo en genética, de esta forma? “Tenemos la llave para la cura de cierta enfermedad, pero para acceder a este conocimiento debe primero ver 35 DVD’s y luego ir a 20 charlas de introducción”. Este tipo de preparación gradual suena demasiado a lavado de cerebro ¿No creen?
Hay algo en Prem Rawat que nos indica que tiene un buen olfato para el marketing, ya que ya no aparece (antiguamente si lo hacía) con túnica, barba ni flores de colores como los tan venidos a menos antiguos gurús (recordemos al gurú que tenía a los Beatles de clientes frecuentes o al mismo Sai Baba) Si no que su imagen es la de un señor muy compuesto, con un terno de colores sobrios y de mirada bondadosa como el que más. El equilibro perfecto entre seriedad y espiritualidad. Un gurú ejecutivo, como quien dice. Quizás en ese aspecto se encuentra más cerca de Deepak Chopra que de Sai Baba.
Pero, a pesar de que cultiva un look alejado de la imagen clásica, Prem Rawat es lo que comúnmente se entiende por un gurú. Es decir, un personaje carismático, que entrega un mensaje X, cuya principal característica es que carece de toda prueba y cuya única fuente de “validez” proviene de él mismo. En otras palabras, un gurú es un iluminado, ya que su conocimiento emana de su interior, sin referencias, sin evidencias, sin nada más que su palabra. Y estamos hablando de afirmaciones realmente extraordinarias, del calibre de “soy la reencarnación de tal”, “Tengo la respuesta a la gran pregunta de la vida”. Pero, también, tan vagas y cursis como “La respuesta está en tu interior”.
Un iluminado desde los 3 años
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Todo un showman |
Se supone que el Sr. Rawat empezó a predicar a los tres años de edad. O sea, sin haber estudiado ni aprendido prácticamente nada del mundo se lanzó a esparcir una verdad importantísima y trascendente. ¿De dónde saca este conocimiento? ¿De alguna divinidad? ¿Es él mismo una divinidad? ¿Qué pruebas puede aportar que lo avalen? ¿Qué nos hace pensar que un niño de tres años pueda decir algo concluyente sobre alguna cosa?
Luego me voy enterando (¡Oh, sorpresa!) de que el Majarahi es inmensamente rico, igual que otros gurús. Que tiene mansiones, jets privados, canchas de golf, colección de automóviles de lujo, etc. Si logra enseñarme “este” secreto, creo que veré los DVD’s. Al parecer, toda la fortuna proviene de donaciones, pero también, del dinero de la gente que ya está enganchada en el proceso de profundización de “El Conocimiento”, como lo llama Rawat. Tal como los dealers de coca, la primera dosis te la regalan, la segunda, te la venden.
Charlatanismo Oriental
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The Beatles siendo timados |
Como vemos, nada nuevo en el mundo de los gurús. Otro charlatán con el rollo oriental que tanto le gusta a los desencantados de los charlatanes occidentales. Igual que el Maharishi Mahesh Yogui con su Meditación Transcendental® o que Sai Baba con sus poderes sobrenaturales (que por humildad no quiere exhibir, al igual que Warren Sánchez). Nos encontramos con otro personaje que se proclama como portador de una verdad vedada al resto de los mortales a menos que pasemos por su instrucción, de paso venerándolo y donándole algo de pasta, ya que él no está para sudar por su sustento. Aunque, quién sabe, andar por la vida de semidios no debe ser nada fácil.
Ya bien lo aprendieron los Beatles cuando se dieron cuenta de que su amado Maharishi era un sinvergüenza y le dedicaron uno de los mejores temas del Album Blanco, “Sexy Sadie”.
¡Evidencias, por favor!
No existe evidencia alguna de que un ser humano pueda ser iluminado por un conocimiento especial extranatural, divino o como quieran llamarlo. Si alguien así lo afirma, es porque tiene un trastorno o porque está mintiendo. Y, por último, si su premisa es tan extraordinaria, debe respaldarla con evidencias igualmente extraordinarias.
Todo el conocimiento humano existe gracias a la colaboración, por generaciones, de millones de mentes avocadas a explicar el mundo. En conjunto, en revisión, en ensayo y error. Y esto, que es real y rastreable, es la verdadera maravilla que poseemos como especie: somos capaces de generar cultura, de acumular y perfeccionar nuestro conocimiento acerca de nuestro hábitat y de nuestra propia naturaleza humana. Aquí reside el verdadero esfuerzo por comprender y no en las afirmaciones vagas y gratuitas que ofrece Prem Rawat. Por eso, cuando alguien te diga que es una reencarnación, que un dios le habla, que tiene “la” respuesta, que se iluminó misteriosamente cuando tenía tres años, sólo te pido que exijas pruebas, evidencia. Que pienses: “Hey, hay gente allá afuera pensando realmente duro sobre el mundo. Gente publicando, gente investigando, gente que quiere dar una solución real a un problema real”.
Para terminar, y ya que dije que me referiría a Sai Baba, baste con lo siguiente: Esta autoproclamada divinidad dijo que moriría a los 96. Pero erró por 12 años y murió, el pasado domingo 24 de abril, a los 84. Quizás usaba un calendario especial para gurús. Estoy esperando la explicación de sus discípulos.
Te invito a revisar los siguientes enlaces para mayor abundamiento:
Videos sobre Sai Baba y su muerte:
Rutinas humorísticas de Les Luhiers: