El próximo miércoles 27 de abril, a las 19:00 hrs., en la Sala de Arte CDA —ubicada en Monjitas 404, Barrio Lastarria, Santiago, Metro Bellas Artes L5—, realizaremos el segundo encuentro escéptico del año, el trigésimo desde que comenzamos a realizarlos. El encuentro se titulará «Timerosal y Vacunas en la ‘Era del Autismo’» y el encargado de exponerlo será Cristhián Carvajal Mery, quien nos introduce al tema de la siguiente manera:
Todas las películas de terror comienzan de la misma forma. Ocurra la escena en una cabina abandonada, un callejón oscuro, o una pacífica casa de campo, una línea de diálogo, silenciosamente pronunciada 5 minutos antes de que comience la carnicería, es inevitable: «¿Escuchaste algo?».
Tal es el caso con ciertas infecciones en niños. El 17 de febrero del 2009, Robert Brazell, un corresponsal de prensa para Nightly News de la NBC, relató la historia de un inusual brote en Minnesota: un puñado de niños había contraído meningitis causada por la bacteria Haemophilus influenzae tipo b, o Hib. Lo que hacía a este brote tan inusual era que no debió ocurrir; una vacuna para prevenir Hib ha estado vigente por alrededor de 20 años. Pero la mayoría de los niños de Minnesota – incluyendo uno de los que murió por la enfermedad – no estaban vacunados. El problema no fue que sus padres no pudiesen costear las vacunas, o que no tuviesen acceso a atención médica, o que no supiesen acerca del valor de las vacunas. El problema fue que estaban asustados: asustados de que las vacunas pudiesen contener peligrosos aditivos; o que las vacunas causaran autismo, diabetes, esclerosis múltiple, déficit de atención, problemas de aprendizaje, e hiperactividad. Y a pesar de que los estudios científicos debiesen haber sido tranquilizadores, muchos padres no lo estaban. Cuando el brote terminó, una madre reconsideró su decisión: «El doctor me miró y dijo, ‘Tú hijo morirá. No le queda mucho tiempo’. Honestamente, nunca entendí que tan grave era el riesgo al que expusimos a nuestro hijo»
— Paul A. Offit, M.D, Deadly Choices, How the anti-vaccine movement threatens us all.Por supuesto, el brote de Minnesota no ha sido el único, no ha sido el único en EE.UU, ni el único en el mundo, de enfermedades ya controladas hace 2 generaciones. Es decir, estos niños han sufrido infecciones cuyos casos eran usualmente reportados en los tiempos de sus abuelos. Ese es el auténtico daño que ha generado este movimiento de desinformación, una oleada que ya toca nuestras puertas y amenaza con traer de vuelta aquellas enfermedades que ya eran parte de los anales de la Medicina Moderna, datos para ser relatados a nuevos estudiantes en clases de historia de la Medicina, para enseñarles el valor de la intervención en salud pública más exitosa jamás diseñada: las vacunas.
¡Los esperamos! La entrada es liberada.
(*) Inscribirse no es un requisito para asistir, pero recomendamos hacerlo pues así tendrán una forma de tener presente la fecha del evento.