Nuestra AECH se sumó al desafío mundial 10:23 (#ten23 en Twitter) para desenmascarar el fraude que significa la Homeopatía. Éste consistió en realizar un pretendido Suicidio por Sobredosis Homeopática, ironizando sobre el hecho de que los productos homeopáticos no contienen nada de nada y son completamente inefectivos contra el tratamiento de cualquier enfermedad o afección, más allá del mero efecto placebo.
Este llamado de atención ha permeado a grupos escépticos de todo el mundo y, más generalmente, a asociaciones de consumidores hartos de que esta estafa esté siendo introducida vía lobby a los sistemas de salud pública de diversos países. Políticos ignorantes de todo el mundo están malgastando el dinero de los contribuyentes en terapias inefectivas, exponiendo a la población a rebrotes epidémicos y restando recursos tanto para la investigación de curas efectivas contra enfermedades incurables como para la atención a pacientes por enfermedades tratables. Esta pseudociencia le está costando caro a la Humanidad.
Nos reunimos este viernes 4 de febrero de 2011 a las 12:30pm en la Plaza de Armas de nuestra capital, Santiago de Chile, un grupo que casi llegó a la veintena, entre miembros, acompañantes, simpatizantes y público flotante. El evento no estuvo excento de personajes y pormenores.
Los «suicidas» consumimos sucesivamente tres frascos de Hammamelis C200, en circunstancias que su «dosis» es de un frasco semanal. Como somos escépticos y (tratamos de no ser tan) estúpidos, entendemos que una disolución tan alta no contiene nada más que el azúcar utilizado como excipiente. Si la Homeopatía funcionase, tal disolución tendría que haber sido «muy potente» y este artículo lo estaríamos escribiendo desde ultratumba. La clave está en que no puede haber sobredosis homeopática, pues ni siquiera hay dosis.
Nuestro verdugo solidario sentenció a los escépticos por la comisión de diversos delitos:
- Blasfemar en contra de Samuel Hahnemann,
- No creer en la memoria del agua,
- Negar la potenciación de las disoluciones infinitesimales,
- Dudar de la Ley de la Similaridad, según la cual, lo similar cura lo similar,
- Ridiculizar el proceso de Sucusión como activador de la solución,
- Afirmar que los productos Homeopáticos no tienen nada de nada.
Tras reconocerse culpables, procedieron con la dulce ingesta y esperamos media hora para apreciar algún efecto.
Mientras esperábamos, un predicador evangélico de la tercera edad nos instó a la conversión para la Salvación y le hizo notar al Presidente de nuestra Asociación que sería condenado al Infierno. Ante su persistente insistencia, no pudimos sino colaborar con su Mensaje para que llegue a todo el mundo.
Transcurrida la media hora de espera y siguiendo todos tan vivos como antes (bueno, en realidad, media hora más cerca de nuestras muertes, pero por otras causas), nos dirigimos al Ministerio de Salud a entregar nuestra contrarrespuesta a la Subsecretaria de Salud, Liliana Jadue Hund, interpelando la defensa que hiciese anteriormente de la práctica Homeopática en nuestro país.
Contrarrespuesta:
Contrarrespuesta a la Subsecretaria de Salud Pública Liliana Jadue Hund http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf
Compartiendo la preocupación internacional de los consumidores, esperamos haber conseguido dar una segunda oportunidad a nuestras autoridades de salud para evidenciar sensatez.
La Homeopatía es un fraude pseudomédico. ¿Estás dispuesto a que se financie con tus impuestos?
Fotos de la intervención:
Video de la intervención:
Primera parte:
Segunda parte: