La homeopatía es un fraude médico

por | 5 julio, 2010

La homeopatía es una terapia médica no científica. Quienes la ejercen reclaman que es científica, pero como los resultados que se obtienen con ella no son reproducibles entonces no lo es (la reproducibilidad es uno de los principios básicos del método científico).

La homeopatía fue desarrollada por el médico alemán Samuel Hahnemann a principios de siglo XIX. Básicamente, esta postula que se puede curar a una persona enferma con aquella sustancia que la enfermó, pero en dosis infinitesimales. Aparentemente, en el fondo, según la homeopatía, los motivos de las enfermedades son espirituales y no físicos.

Mucha gente me dirá que la homeopatía funciona —con mayor razón en este país donde es avalada por la ley—, pero actualmente pocas organizaciones científicas la apoyan. Los estudios científicos serios que se han hecho sobre de esta terapia sólo han podido concluir que los resultados positivos que las personas podrían llegar tener con ella son similares a los que podrían llegar a tener con cualquier sustancia placebo, es decir, los resultados de la homeopatía van variar según las creencias del enfermo y nada tienen que ver las sustancias suministradas.

Antes de decir lo que puede traerle consecuencias negativas a esta asociación, quiero aclararle a esas personas que le tienen un cierto “cariño” a la medicina natural —porque, probablemente, de sus abuelas obtuvieron los sabios consejos médicos que ponen en práctica algunas veces—, que ese tipo de medicina muchas veces contiene los mismos fármacos usados por la medicina convencional y, por lo tanto, no tiene nada que ver con la homeopatía. También quiero aclarar que siempre hay que preferir la medicina convencional a la natural, ya que la primera sabe por qué usa los fármacos que usa y la segunda no (al no saber por qué los usa, este tipo de medicina sólo hace que el enfermo no use los remedios más adecuados para sanar).

En fin, vuelvo a la homeopatía y a lo que puede traernos consecuencias negativas. ¿Por qué este sistema de medicina alternativa puede funcionar impunemente si no cuenta con evidencias concretas que demuestren las afirmaciones que hace? ¿Por qué la ley no nos protege de estas terapias que no sirven para nada, que lisa y llanamente nos engañan y que, por el sólo hecho de ser legales, pueden hacer que una persona enferma se termine muriendo (al preferir estas y no la medicina que si podría haberla salvado)? ¿Por qué el Ministerio de Salud, en el decreto que reconoce y regula a la homeopatía cómo profesión auxiliar de la salud, dice en el artículo 2° que este método terapéutico tiene base científica si nunca ha demostrado tenerla? ¿Tiene sentido hacer este tipo de artículo si los “charlatanes de la salud” pueden hacer sus negocios tan tranquila e inmunemente?

En el buscador de la Guía de Páginas Amarillas puse la palabra homeopatía y, sólo en la Región Metropolitana, me aparecieron los siguientes nombres:

Central de Homeopatía Hahnemann
Homeopatía Patio Azul
– Iriología y homeopatía Horacio Berardi Cáceres
– Iriología Homeopatía Benigno Suárez
– Sociedad Médica César Kru G y Cia. Ltda.
– Farmacia Homeopática MBH
– Sociedad Comercial y Negocio Natural Care Ltda.
– Mario Solari Bravo
Elizabeth Molina González
– Gladys Vallet Aravena
– Centro de Salud Medicina Biológica Alemana Lotus

Luego, para complementar mi ligera investigación, busqué también en Google. Busqué homeopatía + Chile y apareció una enorme cantidad de nombres; algunos repetidos, otros nuevos. De estos últimos, los que más me llamaron la atención fueron los siguientes:

Homeopatía Integral, del Dr. Fernando Santana Villagra (médico cirujano homeópata).
Laboratorios Arama (laboratorio que cuenta con productos homeopáticos)
Laboratorios Knop (laboratorio que cuenta con productos homeopáticos)

Pero hay más. Mientras buscaba en Google, encontré una entidad que aparentemente intenta respaldar a todos estos charlatanes: el Colegio de Homeópatas de Chile A.G. Y navegando por la página web de esa agrupación me topé con más “profesionales” de la homeopatía:

– Armando Enríquez R. (homeópata)
– Carmen Vilas P. (homeópata)
– Eva Lobos C. (homeópata)
– Iván Bravo G. (químico farmacéutico)
– Juan Carlos Salinas C. (odontólogo)
– Miguel Viveros C. (homeópata)
– María Eleonora Vio U. (homeópata)

Para terminar, me gustaría responder la última pregunta que formulé anteriormente. La respuesta es no; no tiene sentido, pero sólo por ahora. Cuando este artículo lo complementemos por fin con alguna intervención social o urbana si que lo va a tener. ¿Cómo no lo va a tener cuando nos «suicidemos» homeopáticamente frente a las instalaciones de estas entidades o «profesionales» y le demostremos a todos los chilenos que la homeopatía no sirve? Porque, por su puesto, no nos vamos a morir. Si no me creen, o desde ya se comenzaron a preocupar por la salud de alguno de nosotros, conozcan El Evento 10:23 (en inglés) y vean este didáctico video:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=NMCzMccqml4]

Para saber más sobre «suicidio» homeopático:

El evento 10 23: Suicidio homeopático (Círculo Escéptico)
Suicidio masivo fallido demuestra la falsedad de la homeopatía (Magonia)
Suicidio homeopático (Ciencia en el XXI)