Hace muchos años atrás, un personaje mediático y “simpáticón”, Omar Garate —conocido popularmente como Omarcito—, vendía la versión criolla de la moderna y polémica pulsera magnética Power Balance. La primera se vendía asegurando que tenía poderes y mejoraba la calidad de vida de la personas y la segunda se vende asegurando que tiene efectos beneficiosos para el cuerpo humano.
Los resultados que dicen tener este tipo artículos deberían estar respaldados por estudios científicos porque, de lo contrario, la publicidad que incita a comprarlos podría ser engañosa y, por lo tanto, como la ley tiene que proteger al consumidor, no deberían comercializarse —por ejemplo, los efectos de la Power Balance ya fueron desmentidos, es decir, van tener que dejar de venderla o tendrán que venderla sólo como lo que siempre fue: un adorno—. Lo único que podrían provocar estos artículos es el efecto placebo, pero a sus dueños no les conviene que la publicidad lo diga. Porque si es lo único que producen, y la publicidad lo dice, me imagino que no se venderían mucho o tendrían que venderse mucho más barato.
Omar Garate entendió muy bien lo del efecto placebo. Sabe muy bien que el efecto placebo lo puede provocar cualquier cosa —un pedazo de lana por ejemplo—, y que se incrementa proporcionalmente en relación a su precio —por eso su pulsera no era de lana—. También sabe que el precio es fundamental para ganar dinero: ni muy barato, para que la gente no dude de la eficacia del producto; ni muy caro, para que la gente lo pueda comprar. Y no digo sabía, porque Omar Garate, nuestro Omarcito, continua en el “negocio”: ahora vende reproducciones de la Cruz de Caravaca (supuesto fragmento de la supuesta cruz, donde la figura central del cristianismo, Jesús de Nazaret, fue supuestamente crucificado). Considerando que el sitio web con que promociona estas reproducciones no dice de que están hechas, los precios pueden parecer altos —$6.900 y $12.990— pero si consideramos que “cuidan y protegen el hogar, la oficina y el negocio” estamos ante una real baratija.
Los que no han tenido el “privilegio” de conocer a Omar Garate, pueden escucharlo en la Radio Colo Colo de Santiago, donde es locutor, pueden verlo en el programa del canal de televisión +mascanal Omarcito y sus invitados —ojo con estos medios— o pueden ver el video que pongo a continuación. El video me dio vergüenza ajena, de principio a fin, pero es fundamental escuchar cuando, en el minuto 6:03, dice: “En esos tiempos mi pulsera era grito y plata”.