El panelista del programa Buenos días a todos de TVN, Hugo Zepeda Coll, cree en el mal de ojo y “sabe” cómo combatirlo. Por lo menos eso puede concluir cualquier persona que vio el programa el 3 de junio pasado o que ve —como lo hice yo— el video publicado en el sitio web del canal. “El mal de ojo es ojear, o sea, el efecto nocivo, perjudicial, que se produce con respecto a una persona cuando recibe la mirada de ciertas personas” y “la experiencia que tengo, es que muchos casos han ocurrido, sobre todo no tanto con personas como con animales” son algunas de sus extraordinarias frases. En el programa también se puede apreciar que ambos conductores, Felipe Camiroaga y Katherine Salosny, usan pulseras “milagro” (de cobre y de iones respectivamente) pero eso es harina de otro costal.
Hugo Zepeda Coll define muy bien lo que supuestamente es el mal de ojo pero nada más. No define lo qué produce, quién exactamente lo puede provocar y cómo lo hace, ni menos si se han hecho experimentos para demostrar si su existencia es real o no. Lo único que deja más o menos claro es cómo “protegerse” de este fenómeno. Dice que el “mal” puede evitarse si las personas se bautizan, “porque —continúa— se hacen hijos de dios”. Luego, sigue su exposición con una afirmación que me produjo una gran confusión: “Cuando los niños no se bautizan, generalmente, experimentan una serie de situaciones de las que yo he comprobado, por ejemplo, de niños de 4 o 5 años que no han sido bautizados, ven visiones, generalmente ven algunas figuras que son verdaderamente diabólicas”. Entonces, ¿cómo explica este ex sacerdote haber visto el mismo tantas veces al demonio? ¿Esto significa que no está bautizado?
Bueno, en general, toda la exposición es una confusión lamentable. Mezclando religión, creencias populares, ciencia e historia, este señor, claramente trata de “vender” su religión. Porque si uno lee, por ejemplo, lo que dice Wikipedia sobre el mal de ojo, es muy fácil darse cuenta que esta superstición no tiene nada que ver con religión, menos con una en particular. Al parecer, los jerarcas de su religión no le han llamado directamente la atención por hacer estas afirmaciones —puede convenirles que este tipo de personajes motiven a la gente a que sigan incorporando a sus hijos a su religión—, pero como tampoco lo han hecho oficialmente, esta farsa no sólo cuenta con dos actores —Hugo Zepeda Coll y TVN— si no que también con un tercero: la iglesia católica.
Mientras el mal de ojo, los conjuros o los hechizos no sean demostrados, no deberían ser tratados como que de verdad existieran, mucho menos por los medios de comunicación, ya que por ser formativos están constantemente educando. Por eso —por sembrar la ignorancia y la superstición—, Hugo Zepeda Coll y sus copartícipes están siendo agentes negativos para la cultura chilena.
(Foto vía: TVN)