El bombardeo de la sin razón a hecho saltar la temperatura de nuestro termómetro a grados de hervor, con la superchería televisiva, que esta semana ha visto su punto más alto con el líder indiscutible de la especulación mediática de los canales de televisión de chile. El siempre inculturizador matinal del Mega Mucho Gusto, que con su reciente coronado Rey Compipa, a logrado fomentar en su breve reinado huachaca la ignorancia de las personas, avivando el pensamiento mágico y la charlatanería. ¿Será que de tanto pelear el trono con Salfate se le anduvo pegando lo marrullero?
En fin, José Miguel Viñuela ya está punteando para charlatán y gracias a sus “inteligentes” preguntas logra estimular la imaginación del invitado de piedra, Alberto Urquiza, que inspirado por el poder de sus padrinos de la Gran Hermandad Blanca, viene a prepararnos para el advenimiento de los próximos tiempos, sin olvidar, claro está, sus dotes de sanador y terapeuta cuántico, para introducirnos en el tema del Apocalipsis y sus «abracadabrescas» señales del fin de los tiempos. Con ustedes el señor de la camisa roja y el buen verso, con lluvias de sangre y sapos que aparecen como salidos de la nada y que se trasforman en los signos inequívocos del momento final. Así que ¡arrepiente pecador! Pégate con una piedra en el pecho y escucha al hombre que anuncia la redención, cual pastor desde su pulpito televisivo.
Como si esto no fuera suficiente para el sermón de la mañana, minutos después, aparece el nuevo cliché del comité creativo de la farándula del Mega, con el reportaje de los niños Indigo-Cristal, junto a la periodista Carolina Bezamat, que nos viene a mostrar el caso de la nueva mini «gurú» infantil, Samia Díaz, de cortos añitos, quien según sus padres y algunas vecinas, posee el «don» de comunicarse con cerca de cien ángeles entre los que tiene sus preferidos, como el arcángel Gabriel, quien le habla y da consejos para mejorar la «pobre» vida de nosotros, los triste mortales de carne y hueso. Sus poderes no sólo se quedan en esta transcomunicación espiritual, sino que, además, es capaz de desdoblarse y salir a voluntad a recorrer, no sólo su casa o las de los familiares, ¡no señor!, también es capaz de recorrer todo Chile, e incluso salir en las noches, afuera del mismísimo planeta Tierra. ¿Qué le parece?
Su padre –afirma- no tener idea de como la niña comenzó a imaginarse estos ángeles, y luego su madre, entre sollozos, indica que la menor es muy especial y tiene algo de espiritual, contando que cada vez que se sientan a comer, Samia bendice la mesa y logra, con su poder divino, que un almancén rasca de una vecina se transforme en un próspero negocio gracias a su mano bendita.
Todo esto me suena raro, y al analizar un poco más el discurso de los padres, se logra visualizar claros indicios de pensamiento de corte religioso.
Me preocupa que esta familia refuerce las fantasías propias de todo niño y le den este sentido «mesiánico» que gracias al programa va a llegar a las nubes de la sin razón, promocionando a esta pobre niña al mundillo de los paranormal con sus supuestos poderes psíquicos y cerebro mas desarrollado debido a su «condición» de niña índigo-cristal. ¡Por favor déjenla ser una niña normal y nada más!
Siguiendo con este circo de lo insólito, y subiendo la temperatura de lo absurdo, tenemos al matinal de TVN, Buenos Días a Todos, que con sus títeres televisivos del halcón que no vuela y la siempre risueña Carolina de Moras. Se dedican a festejar todos los cuentos de nuestro querido profesor Hugo Zepeda Coll, que nos vino a hablar del poder de la clarividencia, y cómo algunos psíquicos han logrado asesorar a la policía en casos importantes de desapariciones de personas, desde Scotland Yard hasta nuestra PDI, que tiene entre sus filas a la afamada psíquica de Chimbarongo (Isabel Cristina Ávila) que los asesora. No sé usted pero yo, de sólo imaginarme que la policía usa psíquicos para sus pericias, me pone algo nervioso y dubitativo. (Habrá que preguntarle a la PDI sobre esta cuestión para que nos aclare el entuerto)
Y no puedo dejar pasar el gran aporte de Juan Andrés Salfate, ídolo de masas y nuevo «gurú» del misterio, promotor del pensamiento mágico y las conspiraciones paranoicas, que en el matinal Pollo en Conserva instó a los ciudadanos a olvidarse de las ciencias médicas y los antibióticos, pues las enfermedades se deben tratar por medios naturales -recuerde que es conspiracionista-, y su desarrollado intelecto, le dice que todos los medicamentos creados por el gobierno y los laboratorios son una forma amenazante de control. Así que olvídese de la gripe, el A(H1N1) o lo que sea, pues todo esto se cura, con el gran descubrimiento que hizo este fin de semana. Todo se cura con una cebolla de $ 250.
Espero que no trate de encapsular las propiedades de la cebolla en una pildorita y la empiece a ofrecer al estilo de Jorge Castro de la Barra, siguiendo el modelo de negocios de la «pulserita» Biolectik. O será que todos estos lenguaraces trabajan juntos, y el gobierno los apoya al no fiscalizarlos. Ve, ya me puse conspiranoico también.
Creo en lo que dice Francisco, uno de nuestros comentaristas de la asociación: «El único antídoto para evitar ser víctima de este bombardeo de la ignorancia que esparcen los medios es la educación y yo agregaría la opción de apagar la televisión»
Así que le propongo hacer algo constructivo con su vida, converse con su pareja, lea buenos libros, estudie todo lo que pueda y asista a nuestras tertulias escépticas, que vamos a empezar cada semana en el café de los escépticos: un lugar de debate y reflexión de todos los misterios a la luz de la ciencia y la razón.