¿Es usted católico por bautismo?
Chile es un país “católico”, porque “todos” son católicos, y nadie puede dejar de serlo. O eso es el discurso tradicional. Ser católico es la alternativa más probable para cada persona. La mayoría de las personas han sido bautizadas y hechas católicas en su más tierna infancia, una tradición que muchas familias han seguido desde centurias. Virtualmente se “nace” siendo católico, “vive” siendo católico, y “muere” siendo católico.
Pero si Ud. es solo un católico por tradición y por historia familiar, pero ya no cree en la Iglesia, ni en sus doctrinas o dogmas, si la ICAR (Iglesia Católica Apostólica Romana) no lo representa con sus posturas anacrónicas respecto de la vida real del siglo XXI, y no le gusta cómo esa institución ha abusado de su poder colocando depredadores sexuales de niños, y luego los ha encubierto y protegido, entonces le conviene saber que Ud. puede dejar de ser católico.
Sí, usted realmente puede dejar de ser católico si ya no quiere serlo.
Renunciar completamente a la fe católica puede parecer irrelevante dado que poco o nada cambiará su vida normal del día a día, pero es un paso importante como una manifestación pública y política de descontento en contra del actuar de la ICAR en Chile y en el mundo.
Por todo lo anterior la Asociación Escéptica de Chile (AECH) vuelve a convocar a todos aquellos de la comunidad agnóstica, atea, entre los no creyentes y “nones”, o entre quienes hoy militan en otras religiones, hayan sido hechos católicos sin su consentimiento en la infancia con el acto del bautismo, a renunciar de las filas de la fe católica. El trámite se llama “apostasía”, y es un acto de manifestar el descontento y nuestra decisión de contarnos fuera del “rebaño” de la Iglesia.
Invitamos a todos los interesados en apostatar y renunciar a la iglesia católica a reunirnos el sábado 8 de septiembre de 2018 a las 12:00 hrs., en la Plaza de Armas de Santiago, al lado de la estatua de Pedro de Valdivia.
Los asistentes interesados en dar inicio a este proceso ese día deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Traer un certificado de bautismo (o una copia) emitido por la Iglesia Católica, que debes conseguir en la parroquia de la diócesis donde fuiste bautizado. Este es un requisito que la propia ICAR establece. Personas que hayan realizado dicha ceremonia fuera de Santiago deben acercarse a alguna parroquia de su lugar de residencia para preguntar a la ICAR por mecanismos para conseguir dicho certificado en forma remota.
- Leer, comprender y aceptar los términos del documento “Comunicado de defección formal (apostasía) y de cancelación de datos personales”.
- Traer una copia impresa y firmada de la carta anterior, completa con todos los datos personales y de contacto del interesado.
- Traer una fotocopia de su carnet de identidad por ambos lados.
Ese sábado 8 miembros de AECH reuniremos los antecedentes antes mencionados para que el lunes 10 de septiembre sean llevados por un miembro de AECH al Arzobispado de Santiago. En ese lugar deben procesar las solicitudes y deben contactar a cada interesado para ser citado en las siguientes semanas a una reunión personal e individual donde se firma la declaración que confirma la renuncia formal a la Iglesia Católica.
Si no son contactados en un plazo de dos semanas (aproximadamente hasta después de las fiestas del 18 de septiembre), se recomienda llamar directamente al arzobispado, al (+56) 2 2787 5600, para conocer el estado del trámite de la solicitud de cada interesado.
Cuando se asiste a la citación del Arzobispado, se firma la siguiente declaración que los libera de la calidad de creyentes católicos. Noten los efectos que el acto de renuncia tiene de acuerdo a la Ley Canónica, como por ejemplo que no podrán recibir sacramentos o enseñar en una institución católica (documento real, sanitizado de datos personales):
Es increíble la cantidad de eventos que han ocurrido en 2018, con un Papa exigiendo “evidencia” a las víctimas chilenas de abusos sexuales, sin escucharlas, para luego creerles pero sin tomar todas las medidas que las acusaciones del calibre de los hechos ameritan; con denuncias de párrocos, sacerdotes y prelados que se revelan día tras día, mostrando cómo han abusado de menores sistemáticamente por años, y de cómo han sido sistemáticamente encubiertos por toda la maquinaria eclesiástica.
Y a pesar de todo lo anterior, vemos que la Iglesia Católica intenta imponer su propia moral particular a toda la población del país en base a un fuerte lobby al poder legislativo, donde buscan imponer su visión decimonónica de la moral y las leyes, violando flagrantemente la separación entre Iglesia y Estado que debe regir en un país que se dice llamar secular, como lo es Chile; y con esas acciones la ICAR no duda en pasar por encima de los derechos y las libertades individuales de cada chileno.
Por ello como AECH que consideramos que permanecer siendo, aunque sea nominalmente, una oveja del rebaño católico es entregar un poder inmerecido a una institución desalmada que no merece tales atribuciones, y no posee justificación “moral” alguna para representar a la (supuesta) mayoría de habitantes de Chile en base a números artificialmente inflados por bautismo de infantes que luego de adultos no son creyentes.
Y recuerda que si estás interesado y no alcanzas a reunir los antecedentes para el sábado 8 de septiembre, siempre puedes realizar este trámite personalmente en cualquier momento reuniendo los tres documentos mencionados (certificado de bautismo, carta y copia de CI) llevándolos directamente al Arzobispado de Santiago (Plaza de Armas 444, Santiago), o a la diócesis correspondiente de zona, la región o país que habites.
Puedes dejar de ser católico. No lo olvides. No dejes de hacerlo.