Muchos profesores de biología se quejan que en medio se una clase sobre la Evolución, se levanta un niño y empieza dar argumentos que ponen en duda la teoría de Darwin y los principales lineamientos de esta. Comúnmente los jóvenes están bastante informados en cifras y datos. ¿Qué puede hacer un profesor? ¿Está preparado para enfrentar esta situación?¿Se debe respetar las creencias del alumno?
Primero debo aclarar que si piensa o sospecha que hay algo premeditado en la aparición del muchacho en dicho momento, la respuesta es SI. Estos niños son preparados por cierto tipo de literatura religiosa que les arma con argumentos.
El problema de fondo es si… ¿La clase de ciencia habla de evidencias científicas o habla de creencias? Cuando se habla de creación se habla de creencias no falsables o refutables y las que, por lo mismo, deben ser respetadas. La historia de las religiones está llena de la forma como interpretaron la Biblia sus creadores. Entonces cuando alguien me habla que cree en ángeles indemostrables o la anticientífica «virginidad de María», yo, como persona y docente debo respetar las creencias religiosas principalmente porque su enseñanza es responsabilidad de la familia y mi labor como docente es otra. A la escuela se va a aprender y pensar, en cambio a la iglesia de su elección a rezar y creer.
Pero, supongamos que alguien me entrega estos dos argumentos:
– “Yo creo que los ángeles son verdes con lunares azules y eso dice mi religión” Respuesta: Puesto que es algo no demostrable ni refutable le respeto su “CREENCIA”
– “Mi religión cree que el agua hierve a 80º Celsius y por favor respete nuestras creencias”
Respuesta: Acá es distinto. Habla de algo medible y comprobable en cualquier laboratorio (incluso en una simple cocina). «Usted está equivocado, respeto su persona pero no su opinión.»
La ciencia NO esta diseñada para respetar opiniones, sólo respeta evidencias (y ni eso porque igual las comprueba sin importar la calidad o prestigio de quien la logró). Mientras algo no sea falsable, o sea pueda ser comprobado es sólo un tema de creencias, y por lo tanto, no tiene sentido que la ciencia entre en terrenos de la religión (ejemplo, puedo demostrar científicamente que el «agua bendita» tiene las mismas propiedades físicas del agua, pero eso no le importará a los católicos, entonces… es un sinsentido gastar recursos en esto)
Pero ¿qué pasa cuando las creencias o religiones entran al terreno científico? Bueno aqui la cosa cambia. Acá no se puede ni debe pedir respeto… La evolución dispone de muchas evidencias que pueden ser contrastadas. El problema de ese muchacho que habla en clases es que nunca ha aprendido la teoría de la evolución, sólo repite argumentos espurios de errores, discrepancias entre científicos, frases anticuadas, críticas a trabajos de palentólogos o a las dataciones, etc.
La teoría de la Evolución no es algo que deba “creerse” o “no creerse”. Un creacionista se burló de la evolución diciendo: “todos los huesos encontrados caben en un ataúd”. Lo cual quizás es cierto. Pero al menos hay un ataúd de huesos que evidencian que existieron unos seres parecidos al hombre, en algún momento del remoto pasado; en cambio de Adán sólo existe un montón de tinta en libros que dicen ser “inspirados” por un ser invisible. La creación debe “creerse”. La evolución necesita comprenderse.
Si le preguntan ustedes al muchacho: ¿si ha visto alguna vez un estrato? ¿Si entiende las eras geológicas? ¿Si sabe como se forma un fósil?. Descubrirán que él tal como muchos creacionistas son bastantes ignorantes de la evolución, limitándose a repetir los mismos argumentos de siempre:
– “Nunca se ha encontrado el eslabón perdido” (¿Qué cree él que es eslabón perdido?)
– Darwin se equivocó en… (Cierto que se equivocó Darwin en muchos aspectos de la evolución. Pero los científicos sólo han refutado formas equivocadas que Darwin planteaba y confirman absolutamente que la evolución fue, en ese caso, de otra forma)
– “Los científicos no se ponen de acuerdo” (Esa es la gracia de la ciencia. Funciona con evidencias y unas sustituyen a las otras)
– “La selección natural no demuestra evolución” (¿Pero en miles de años?)
– “Muchos científicos son estafadores” (y ¿qué?, la ciencia se corrige mejor a si misma, que las estafas de los religiosos, que rara vez salen a la luz por mecanismos internos ¿Doy ejemplos?)
Queridos colegas profesores, si les pasa esto, sólo deben decirle a muchacho que: «le respetan sus creencias pero cómo usted no es profesor de religión y le pagan por enseñar ciencia, debe precisamente enseñar cómo la ciencia explica el surgimiento del hombre. Que el alumno debe aprender y entender y si quiere no creer es tan libre como quiera. Pero debe escuchar la clase y captar todo el mecanismo evolutivo (y eso en ningún momento implica un ataque a las creencias, ejemplo: enseñar sobre la fertilización no es un ataque a la virgen María), durante el proceso se le pide no ponerse en dudar y estorbar la clase en cada frase que el profesor diga, sino hasta que se haya visto en totalidad». Es decir puede opinar con propiedad sólo después de entender conceptos como:
– selección natural
– especiación alopátrica
– aislamiento reproductivo
– Autoincompatibilidad
– Órgano vestigial
– Ambulocetus
– Deriva genética
(Sugiero dárselos como tarea.)
Apuesto que, quizás cuando el alumno entienda la evolución, por lo menos comprenderá la diferencia entre creencia y evidencia.