Cuando se trata de profecías, mejor no tires la casa por la ventana, no le creas a Harold. Imagen: www.prensa.cl |
Dada la avalancha de profecías apocalípticas (fallidas) que llevamos apenas transcurrido la mitad de 2012, y que aparentemente irán in crescendo a medida de que las (falsas) profecías mayas de diciembre de 2012 se acercan, como Asociación Escéptica de Chile hemos tomado la bandera de difundir la racionalidad, desmitificar argumentos apocalípticos vacuos, e intentar neutralizar las declaraciones de chantas varios que proliferan en los medios de comunicación chilenos, y es notorio que estos personajes cuentan con el auspicio casi ilimitado de tiempo al aire para la difusión de ideas sin fundamento.
Y aún cuando la cruzada parece perdida, y cada vez que cortamos la cabeza a un argumento misti-cósmico, crece uno nuevo cual hidra, más encima recibimos críticas de gente que aparentemente comparte las ideas racionales, pero que nos dicen que es tonto e inútil gastar tiempo en combatir el sinsentido de los chantas en los medios.
En este ambiente revuelto y cargado al negativismo… ¿Qué más se puede decir, si quienes realmente hacen ciencia callan o no se involucran en la pelea por la racionalidad?
Entonces, es refrescante ver publicado en los medios electrónicos de la revista Que Pasa el artículo de Andrés Gomberoff, Doctor en física de la Universidad de Chile y actual Vicerector de Investigación y Doctorado de la UNAB, el cual toma el toro por las astas y explica varios puntos que merecen toda nuestra atención.
Tal como nosotros, Andrés no está ajeno al tumulto de 2012:
“[…] cuando veo en televisión un debate sobre la naturaleza de los movimientos sísmicos entre un geólogo y un experto en mitología maya sólo puedo deprimirme”
Pero ¿es la respuesta simplemente callarse y deprimirse? ¡Para nada! ¿Es entonces la respuesta la censura e imponer las ideas correctas? No, no para el pensador crítico:
“Algunos científicos piensan que se debe presionar para que las ideas chantas no sean difundidas. Discrepo. Si una persona no ha alcanzado el pensamiento crítico requerido para distinguir, al menos en los casos evidentes, la diferencia entre una idea valiosa y una tontería, ¿es el camino correcto el suprimirle por decreto la exposición a la tontera? Creo que no. Lo que queremos es promover el pensamiento crítico, no la dictadura intelectual. El problema aquí es otra cara del mismo problema de siempre: nuestra educación deficiente. La poca exposición de nuestros niños a la ciencia.”
Al leer ideas como esa, sé que no estamos solos en esta lucha, y que la difusión de la ciencia, la desmitificación de las mentiras, engaños, y el dar a las personas información y herramientas para poder sobreponerse a la intoxicante desinformación de los medios es como nunca importante.
Los invitamos a leer el artículo completo de Andrés Gomberoff en su sitio original, y unirse a la misión de acabar con el sinsentido y la desinformación aprendiendo y enseñando la racionalidad y el pensamiento crítico.
Enlace: «Ciencia: Chantas del fin del mundo» (Sección “Opinión y posteos”, quepasa.cl)