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Terminando esta semana, nos empachamos con el ya frío plato de la mala calidad de la formación docente en nuestro país. Los miserables resultados de la incipiente prueba INICIA dan cuenta de la espeluznante realidad de aquel subgrupo del profesorado, quienes voluntariamente se sometieron a esta evaluación. Sin saber ni escribir ni sumar, poco queda esperar que también sepan enseñar. Y del resto no evaluado, mejor ni hablar.
¿Qué entienden por Pedagogía estas universidades?
Con un promedio contundente deficiente a nivel nacional, hoy estamos pagando las consecuencias de décadas de políticas públicas sistemáticamente dirigidas a desmantelar la formación docente, en particular, y la formación universitaria pública, en general. Hoy, cualquier institución con fines de lucro puede armar una pantomima a la cual llamar universidad y cualquier método de calentamiento de asientos que dure un lustro se puede llamar carrera docente. Obviando convenientemente cualquier filtro de selección, hordas de universidades han sabido cubrir el nicho de mercado del alumnado descolgado del sistema de selección de la educación superior, descremándoles con una oferta comodín, que valga por cualquier cosa que se quiera llamar profesión: la carrera de pedagogía. Habiéndose así gestado la oferta docente, la consecuencia ha terminado siendo la destrucción institucional de una de las más nobles, imprescindibles y radicalmente estratégicas profesiones en toda sociedad, como lo es la educación.
Universidades de la Vergüenza, ahora con Chantillí
En esta breve entrada, quiero señalar la relevancia de considerar qué universidades enseñan tan mugrosamente esta carrera. No son cualquiera. Por favor, coteje la amplia coincidencia con nuestra Lista de la Vergüenza de las Universidades Chilenas. Ellas han sido, convenientemente, activas partícipes en la destrucción de nuestra educación. ¿Y sabe qué es lo otro grave? Pues que, no bastando con su chanterío educacional, hoy están haciendo exactamente lo mismo con las carreras del área de la salud y las ciencias. Así como cercenaron la posibilidad de renovación docente de calidad con su pseudopedagogía, desde hace algún tiempo ya están introduciendo pseudociencias y pseudomedicinas en carreras de corte científico y médico, con el vislumbrable efecto de terminar también cercenando la posibilidad de renovación de calidad en estos rubros. Con ello, las nuevas generaciones de profesionales de la salud y las ciencias «reemplazarán» a las generaciones anteriores más serias por otras «alternativas» y tendrán la facultad y el poder para tomar decisiones de salud e investigación a escala nacional en base a supersticiones y supercherías, con el esperable futuro debacle, pues ya han mermado el juicio científico en estos profesionales, inhabilitándoles para distinguir un experimento controlado del vudú.
Impacto social futuro de las Universidades de la Vergüenza
¿En cuántas décadas más empezaremos a tener campañas anti-vacunas propiciadas por el Gobierno? ¿Qué tasa de morbilidad tendremos cuando se termine por consolidar el ejercicio de pseudomedicinas en nuestro sistema de salud? Ahogados en Homeopatía, las Flores de Bach bien servirán para adornar nuestros ataúdes. Las Universidades de la Vergüenza matan. Mataron la educación y nos matarán a nosotros. ¿Qué sociedad se merece que sus malas carreras sigan abiertas?.
Más información
- Para público internacional: En Chile, las notas en las evaluaciones se gradúan desde 1,0 (pésimo) hasta 7,0 (excelente), con un decimal, fijándose la aprobación en 4,0.
- [Archivo] Resultados de prueba INICIA (presentación [archivo]).
- [Archivo] Ránking de Universidades según INICIA.
- [Archivo] Opinión de Educación 2020 sobre resultados de prueba INICIA.