Por Diego Zúñiga C.
Debieron pasar cuatro años para que La Nave de los Locos volviera a navegar por las turbulentas, aunque ahora último un poco aburridas, aguas de la ufología. La revista, ese boletín fotocopiado que algunos tuvieron la fortuna o desdicha de leer entre los años 2000 y 2006, desapareció por aburrimiento, por falta de tiempo, porque quizás parecía que no había nada más que aportar. Pero La Nave volvió. Los delirios siguen ahí y va siendo tiempo de abrir más ventanas para que entre aire y se conozca la otra cara de la moneda.
Y ya no es un montón de hojas corcheteadas, ahora La Nave de los Locos es derechamente un libro. Con 173 páginas, empaste de lujo, tapa de papel brillante, hojas interiores de hermoso tono opaco. Con un diseño renovado, abre una nueva etapa en su existencia con un dossier sobre el estado actual de la ufología. ¿Tiene futuro esa cosa? ¿Se hartaron los marcianos de venir a nuestro planeta a martillar sus naves plateadas? Ahí firman el investigador inglés John Rimmer, la ufóloga británica Jenny Randles, el especialista español Manuel Borraz, y los editores de La Nave, Zúñiga y Sánchez.
Aunque se trata básicamente de un número dedicado a los OVNIS, hay material sobre otros temas. Alejandro Borgo, representante en Argentina del CSI, cuenta sobre un encuentro ateo en Mar del Plata. También podemos ver un texto de Crystian Sánchez (AECH) sobre las profecías de Primer Plano. Marcos González habla de tarotismo y escasos aciertos. Además, dos entrevistas adornan el contenido. Una al reconocido antropólogo español Ignacio Cabria (autor de dos libros vitales para entender el desarrollo de la ufología en ese país, “Entre ufólogos, creyentes y contactados” y “Ovnis y ciencias humanas”) y otra a Willy Wolf, ufólogo chileno que co escribió “Los sin nombre”. El sociólogo chileno Rigoberto Muñoz aporta una mirada descarnada del nivel intelectual de algunos ufólogos de nuestro país.
Otros textos hablan de OVNIS durante el terremoto del pasado 27 de febrero, de un señor mexicano que dijo que estuvo en Venus y hasta escribió un libro sobre eso, de la posible relación entre la aparición de vacas muertas y la crisis en Argentina del año 2002, de Luis Altamirano, respetado investigador que intenta recuperarse de una enfermedad. Todo redondeado con una profunda mirada del experto francés Claude Maugé sobre la teoría reduccionista de los OVNIS.
La Nave de los Locos (que recibió el Premio “Cuadernos de Ufología 2001” y cuyos artículos fueron traducidos a diversos idiomas), mientras estuvo volando por ahí, fue una vitrina para que todos pudiesen expresar sus opiniones. Ahora no será distinto. Es, claro, una publicación de marcado carácter escéptico, pero respetuosa de opciones distintas. Nuestro objetivo no es pretender “educar” al lector en el “camino correcto”, sino mostrar otras opciones de pensamiento, que nosotros consideramos mejores. Estamos abiertos a colaboraciones, opiniones, cartas, escupitajos y diatribas furibundas. Para eso sacamos esta revista. Por algo estamos a bordo de La Nave de los Locos.
Usted puede saber más de todo esto visitando nuestro sitio web oficial; también puede estar a tanto de actualizaciones más periódicas en el blog de la revista; si se entusiasma, puede comprar las 173 páginas bellamente empastadas en la página web española Lulu.
Diego Zúñiga C. |