Inauguramos esta nueva sección de la Asociación Escéptica de Chile con el «Destructor de Mitos». Personaje de culto, que de vez en cuando, nos va a sorprender con el encuentro de algún mito o leyenda de Chile y el mundo.
Es a través del ejercicio de la duda sana y el pensamiento crítico que tratara de hacernos pensar y buscar la otra mirada de estos sistemas de creencias tan populares para develar a la luz de la ciencia y la razón el soporte que tienen en la realidad.
El viaje de hoy, nos lleva por las lejanas tierras de la India milenaria, para conocer a los encantadores de serpientes. Extraños personajes que al son de sus flautas mágicas de caña, logran hacer salir, a las cobras de su canasta de mimbre, hipnotizadas por la música y después de erguirse, bailan y se someten a los deseos de sus amos.
Muchos turistas que visitan Africa, la India o Pakistán se quedan boquiabiertos con estos actos callejeros, que invitan a la fascinación y excitan el asombro: Elementos esenciales del pensamiento mágico, que sin una adecuada dosis de escepticismo, nos llevan por los insondables caminos de la superstición.
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¡Quien no ha visto! esta escena, en innumerables películas o documentales, alguna vez en su vida.
Por muy exótica que sea esta práctica, es mi obligación decirle, mi querido lector, que todo esto es un vulgar cuento del tío. Todo es un gran montaje para atrapar turistas incautos y sacarles algunos pesos de los bolsillos.
Y la razón es muy simple: las serpientes son totalmente sordas, hasta el extremo de que carecen de tímpanos.
Existen un gran número de artículos en la literatura científica que demuestra este hecho, lo que no significa que estén menos capacitadas, muy por el contrario, cuentan con un buen sistema sensorial que les permite captar vibraciones de baja frecuencia en el suelo para desplazarse y un buen sistema olfativo para ubicar a sus presas.
Las cobras no salen de la canasta “ENCANTADAS” como todo el mundo cree, si no que lo hacen, siguiendo los movimientos del supuesto encantador, que con su flauta produce el estimulo suficiente para producir una reacción de defensa ante, lo que la cobra, considera una eminente amenaza.
Y porque los más crédulos insisten en que la cobra esta hipnotizada, sencillamente porque emiten su juicio basándose en el argumento de que los ojos de este ovidio miran fijamente a la flauta. Pero lo que realmente ocurre, es una situación de explicación mucho más simple y biológica, los ojos de las serpientes carecen de movimiento.
Así que si viaja a estos exóticos parajes no se deje embaucar por charlatanes que pululan en todo el mundo y ejercite un poco su escepticismo para que no le pasen gato por liebre.
(Foto vía: Anderson Vásquez)